Siempre poderoso. En silencio. Sereno. Despierto. Presencia vital entre las reverencias del follaje que rodea el parqueadero. Siempre buscando por dentro, ocupando su interior. Con la atención a su alrededor. Testigo durante más de treinta años. Invisible.
Presencia vital entre las reverencias del follaje... |
En todo ese tiempo pasé a su lado, mañana, tarde y noche. No se si sentía que yo lo reconocía y observaba con el corazón desbordado. Permanecía en compañía de una pulcra soledad y reveladores celajes. Si por él fuera, nunca saldría del parqueadero.
Rodolfo lo obliga a tener una vida que no quiere: llevarlo y traerlo. Lo sobresalta, lo saca de sus largas y rigurosas guardias. Una prueba dura. Quiere estar allí, atento e inmóvil, pero viendo. No tiene otro destino. Estoy preocupado, hoy le vi la espalda torcida.
Es la descripción perfecta de quien ya cumplió y pasó a gozar de su jubilación. Está como esos caballos viejos que custodian el prado y ven como los potrancos montan a las jóvenes generaciones. Que bien, Mr Roberto.
ResponderEliminar¡Muy Bueno Robert! Dart o Dark, de todos modos un blanco-oscuro es como el otoño. Excelente metáfora. Todo el cuento es una metáfora. ¡qué bien hacen estas lecturas!
ResponderEliminarJJ.