Repleta de pasajeros, transitaba la guagua del
centro de la Habana hacia Varadero. Dentro, Jairo Puche Tous embriagado de
Cubanidad contemplaba las delicias del
paisaje natural y humano de ese sueño
convertido en una feliz realidad; en medio de la vocinglería propia de los
habitantes del Caribe –a quienes les
cuesta permanecer callados- sobresalió la exclamación de Jairo: “¡… y es
que Fidel ES UN VERRACO! .
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Jairo Puche Tous (Camisa Roja) entre amigos |
El conductor detuvo la marcha del vehículo, en medio
de un silencio sepulcral. Todas las miradas se posaron en el individuo con
estampa aria, nariz aguileña y se toparon con el color verde-azul-gris de sus
ojos de los que brotaba una mirada inocente, llena de interrogantes porque no sabía
qué había sucedido; entre los
improperios y gestos amenazantes de los pasajeros se elevó la hermosura
de una morena esbelta quien explicó a sus camaradas que el compañero era colombiano, cartagenero, trabajaba en el
Inem Cartagena Colombia, docente de Idiomas y disfrutaba de su primera visita al territorio libre
de América; apeló a la comprensión de sus conciudadanos, ella sabía que Jairo al lanzar esa expresión
estaba tratando de halagarlos porque en su patria la verraquera significaba ser
aguerrido, batallador, aquel que lucha
hasta conseguir lo que quiere y no se da por vencido. Ella, cubana, era su
amiga y su guía turística.
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Jairo Puche y Berina Villamil con docentes amigos |
“Jairo Puche es como un niño grande, un niño bueno”.
Le escuché decir a César Rodríguez, refiriéndose a la grandeza de su corazón
transparente, a su generosidad sin límites, a la inocencia de su espíritu que
le impedía actuar con malicia y lo llevaba a decir de los estudiantes
indisciplinados y groseros: “ellos son buena gente, ellos son buenos…”
estudiantes que se aprovechaban de su fervor por Cuba y al inicio de la clase
le preguntaban sobre este país y Jairo se extendía a hablar todo el tiempo
necesario sin reparar en la intención de quienes trataban de escaparse de una
evaluación o revisión de tareas.
Con el mismo objetivo, hubo ocasiones, que lo
recibían en el salón entonando un estribillo: “Puche/ Puche / Puche / Te
queremos Puche…" y él extasiado sonreía, levantaba los brazos, escuchando ese
canto sin final. Al culminar el año académico, quien reía era Jairo con la
lista de estudiantes que debían habilitar su Área.
Humildad y sencillez imprimen a su talante profesional el sentido
de pertenencia suficiente que le permite trasladarse a la Primaria de la Sede
de Isabel la Católica, donde combinó los fonemas del idioma de Shakespeare con
los ejercicios de la Educación Física que impartía desde Primero hasta los
estudiantes de Quinto, quienes lo adoraban, tratándolo como uno más entre
ellos: chiquitines y traviesos.
Cada
uno de quienes conocemos a Jairo guardamos el recuerdo de alguna anécdota o ocurrencia de este
personaje que hace parte de la HISTORIA del Inem de Cartagena: el merito de la
trascendencia de las personas no radica
en hacer cosas extraordinarias sino el hacer las cosas ordinarias
extraordinariamente bien y Jairo Puche Tous con su manera de ser se ha ganado este puesto.
Amigo,
solidario fue a visitar un compañero docente recluido en la Clínica Blas de
lezo; comenzaba el mes, ya habían cancelado el salario correspondiente. Jairo le preguntó sobre su
salud y en la charla le mencionó sobre el pago, situación que aprovechó el
enfermo para solicitarle doscientos mil pesos en calidad de préstamo que en
poco tiempo le repondría, Jairo se lamentó de no tener los recursos disponibles
para ayudarle en esta afugia. Días después el mismo comentaba: “hombe, estuve
en la Clínica visitando al profesor X, ya está bastante mejor, se recupera
satisfactoriamente, pero, ¡tengan cuidado que está vacunando!”
Deportista consumado, infaltable en las
practicas sabatinas de preparación a los Juegos de la Confraternidad, su
disponibilidad le permitían medírsele a la disciplina que le propusieran: “…yo
no sé pero aprendo…” y se comprometió con el atletismo de pista. Después de la
jornada inaugural en la ciudad sede de ese año, la mañana de la primera
eliminatoria recibieron al Equipo con un desayuno de arepas asadas, huevos
sancochados y café con leche adosada con una fuente de rebanadas de papaya y
bananos maduros.
Varios compañeros decidieron no desayunar y optaron por
bebidas energizantes o aromáticas: “hombe, eso no se puede dejar, fíjense que
hemos pagado mucha plata para llegar hasta aquí y la comida está incluida en
tales costos…” Apoyado en tal razonamiento, Jairo recogió de la mesa de la
Delegación seis huevos, cuatro arepas, tres bananos que guardó en el bolsillo
de la sudadera y dos tazas de café con leche; no le sirvieron los
requerimientos de Demócrito que invocaba la dieta casi monástica de Amparo
Reina y de Nancy Guerrero y sus ayunos
beatíficos antes de subir al podio, tratando de impedirle degustar su
improvisado banquete. Y lo hizo.
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Jairo Puche con atletas compañeros |
Las enfermedades son los intereses que se
pagan por los placeres. Nuestro colega y amigo Jairo, con sus 65 años,
iniciando su vida de pensionado, padece los rigores de una enfermedad que mina
sus fuerzas, pero, no le apaga su sonrisa ni el vigor de sus convicciones.
Jairo que sonríes con las ocurrencias de
quienes te visitamos en tu lecho de enfermo. Enseñas y nos ayudas a aprender
que a la muerte no se le teme porque si morir es dejar de ser, dejar de
existir; la muerte no podrá tocarte a ti: como Berina, escribiste tu nombre con
trazos firmes y fuertes en el libro de la Historia del INEM y el Libro de la
Vida de quienes te conocemos, te tratamos, te queremos.
Después de la dolorosa despedida tributada a Berina
Inés Villamil, quien pasó a hacer parte
de nuestra historia como un ser excepcional que transitó por este mundo,
dejando a su paso, impresas –en su
familia, entre sus vecinos, en la comunidad educativa, en el corazón de quienes
la amamos- las huellas imborrables,
indelebles de un Alma Grande. Porque esta hermosa negra, enseñó con su
testimonio de vida que la Belleza, la verdadera Belleza es la conjunción, la
suma, la armonía de las líneas perfectas del cuerpo con las virtudes arraigadas
en un espíritu que vive la alegría, el entusiasmo de encontrar la verdadera
felicidad dentro de la generosidad y la abnegación, la entrega desinteresada
desde la propia vocación realizando así
su proyecto de vida. Nos preocupan tus padecimientos. Recuerda cuando te
sientas abandonado que Dios se queda contigo.
Existes y existirás por siempre en la vida y
en los recuerdos de quienes compartimos contigo tantas vivencias y experiencias
de vida.
Tú no has de morir porque la verdadera muerte
es el olvido.
Cartagena, 27 de agosto de 2012
Excelente. Felicitaciones profesor JJ. Puche es un ser humano muy tierno. Me emocioné muchísimo leyendo su artículo. Gracias por su capacidad para entender y demostrar afecto puro. Abrazo
ResponderEliminarPOR FAVOR CONFIRMAR NOTICIA DEL FALLECIMINETO DEL PROFESOR PUCHE
ResponderEliminarPOR FAVOR CONFIRMAR NOTICIA DEL FALLECIMIENTO DEL PROFESOR PUCHE
ResponderEliminarConfirmado. Hoy en la madrugada.
ResponderEliminarHace una semana el profesor Juan José Romero del INEM, escribió esta nota rindiendo un homenaje al querido profesor Puche. Hoy 4 de septiembre falleció en horas de la madrugada. Paz en su tumba.
ResponderEliminarPaz en la tumba de mi ex-profesor de Ingles Jairo Puche y el mas sentido pésame a mi amigo Jairito. [Q.E.P.D.]
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